Sorrel Amery está decidida a que la fiesta que organiza sea un éxito, y sabe cómo llegar al corazón de la gente: ¡con sorbetes de champán! Pero sus planes se complican cuando la dueña de la heladería se declara en quiebra. Sorrel solo quiere recuperar su estabilidad, pero el atractivo Alexander West se lo pondrá difícil, ya que está decidido a que su vida no vuelva a ser tan aburrida.