En la Escocia del siglo XIX, Brandy Robertson se enfrenta a la llegada de Ian Carmichael, un duque inglés que ha heredado el condado de su familia. A pesar de la inicial hostilidad, Brandy descubre que Ian es un hombre encantador y generoso. Sin embargo, Ian está comprometido con otra mujer, lo que complica la creciente atracción entre ellos. Además, un peligro acecha al duque, poniendo a prueba su amor y su valentía en medio de intrigas familiares y amenazas ocultas.