En 'El lugar sin culpa', José María Merino nos presenta a una bióloga que, buscando refugio de un doloroso pasado familiar, se traslada a un laboratorio en una isla casi deshabitada. Este espacio protegido, donde el tiempo parece discurrir al ritmo de la naturaleza, ofrece una aparente posibilidad de olvidar. Sin embargo, la llegada de un cadáver a la isla confronta a la protagonista con la realidad humana y temporal que intentaba evadir. Con una prosa precisa y una narrativa intensa, Merino explora la delgada línea entre el paraíso y el delirio, invitando a reflexionar sobre la memoria y el sufrimiento.