En la Inglaterra de 1379, el acceso a la Biblia está restringido para la mayoría. La Iglesia, buscando mantener su influencia, prohíbe las traducciones de las Sagradas Escrituras al inglés. Sin embargo, los primeros movimientos reformistas emergen y el teólogo John Wycliffe desafía al obispo de Norwich, Henry Despencer, traduciendo la Biblia para hacerla accesible a más creyentes. Finn, un maestro iluminador, llega a la ciudad para ilustrar esta Biblia y se instala con su hija en la casa de lady Kathryn, una viuda noble que apoya el movimiento reformista. Entre Finn y lady Kathryn surge algo más que amistad mientras defienden las libertades en tiempos difíciles.