En 1935, Tom Stewart emprende un viaje que lo lleva a Hong Kong, la mítica colonia cuyo nombre en chino significa 'puerto de las aromas', evocando imágenes exóticas. A bordo del barco, conoce a una joven monja que le enseña el idioma que le abrirá las puertas de la ciudad que nunca duerme. Años más tarde, dos personajes más se cruzan en su vida: Dawn Stone, una cínica periodista londinense, y Matthew Ho, un niño refugiado cuyo padre sufrió la revolución cultural y que ahora, en el nuevo milenio, comienza una nueva vida como joven empresario. En torno a estos personajes emerge la ciudad de Hong Kong, el otro gran protagonista de la novela, un lugar encantado que ha atravesado guerras y revoluciones, que crece, cambia y lucha por convertirse en una de las sociedades más ricas del mundo.