En la costa de Ystad, aparece un bote a la deriva con dos hombres muertos. El inspector sueco Kurt Wallander sigue las pistas que le llevan a Riga, Letonia, donde el único policía con quien podía contar, Karlis Liepa, es asesinado. En 1991, Wallander se encuentra en medio de una atmósfera sórdida y se deja arrastrar hacia el corazón de la resistencia letona, viéndose obligado a viajar con una identidad falsa. Mientras sus colegas suecos creen que está de vacaciones en los Alpes, Wallander intenta sobrevivir a la persecución de los perros de Riga.