Este libro analiza las relaciones franco-alemanas desde 1945 hasta 1963, un período de transformación fundamental. Explora cómo Alemania, tras la derrota y división, recuperó la confianza internacional, culminando con la firma del Tratado del Elíseo en 1963 entre De Gaulle y Adenauer. Este tratado de amistad y cooperación unió a dos países vecinos, históricamente separados por guerras y la percepción mutua como 'enemigos hereditarios'. El análisis se centra en las interacciones entre la Guerra Fría, la construcción europea y las relaciones bilaterales, adoptando una perspectiva de historia franco-alemana integrada que considera las relaciones de Francia con la RFA y la RDA. Además, examina la evolución de las sociedades y cómo el acercamiento de culturas políticas, economías y estilos de vida contribuyó a la reconciliación y la integración europea.