Sophie se enfrenta a una curiosa propuesta: casarse con su mejor amigo, Will. Para él, sería una unión de conveniencia para heredar Ashbarrow Castle, el dominio familiar. Para ella, una oportunidad de obtener dinero para empezar una nueva vida en Cornualles. Sin embargo, Sophie no puede evitar imaginarse en los brazos de Will, y pronto se da cuenta de que se ha enamorado de él, complicando la situación.