Adam Duke ha estado a la defensiva desde que descubrió el plan diabólico de su madre para conseguir que él y sus hermanos se casaran. Por lo tanto, cuando su joven y deseable asistente Trish James dio a entender que quería algo más que una relación meramente profesional, Adam calculó que ella también formaba parte del complot. Decidió mantener el juego y seducir a la asistente y así terminar de una vez por todas con la injerencia de su madre en su vida. Pero Adam no podía ni imaginar los verdaderos motivos de Trish para llevarlo a la cama.