En este ensayo, Alfred Gilder explora la posibilidad de que el francés se convierta en una lengua universal. El autor analiza las características del francés que podrían facilitar su adopción global, así como los desafíos que enfrenta en un mundo multilingüe. Con una perspectiva informada y reflexiva, Gilder invita a los lectores a considerar el papel del francés en el panorama lingüístico mundial y su potencial para unir a personas de diferentes culturas y orígenes.