En Gallows Lane, el inspector Benedict Devlin investiga una serie de asesinatos en los alrededores de la frontera irlandesa. Cuando una joven es encontrada muerta en una obra, Devlin sospecha de un fisicoculturista local adicto a los esteroides. Días después, un ex convicto renacido es encontrado crucificado en un árbol. Devlin, dividido entre su familia y su trabajo, está decidido a detener a los responsables antes de que vuelvan a atacar, incluso si eso pone en peligro a sus seres queridos. Esta es la segunda novela de la serie Inspector Devlin.