A través de los ojos de Gertrudis, una niña, experimentamos el transcurso de un año. Observamos la salud de su abuela deteriorándose, rodeada del cariño de su familia en una casa antigua. Seguimos el embarazo de su madre, las historias que su padre le cuenta a su hermano pequeño, y las salidas con amigos. La vida cotidiana está llena de pequeños detalles que se convierten en grandes historias, mientras Gertrudis observa el paso del tiempo.