En 'Heidegger y los Modernos', Luc Ferry y Alain Renaut analizan por qué la intelectualidad no desacraliza el pensamiento de Heidegger, a pesar de su arraigado repudio a la cultura democrática. Los autores argumentan que Heidegger representó la última garantía tras el derrumbe de los marxismos, siendo utilizado como crítico del totalitarismo del Este y de la sociedad burocrática de Occidente. El libro recorre el periplo intelectual del pensador alemán y reconstruye los debates que rodearon su obra, desde el repudio de la modernidad hasta la crítica de las sociedades del '68.