Hercule Potiron vive en Londres, pero detesta a los ingleses. Se considera el detective más grande y el cerebro más brillante de su época. Sin embargo, por primera vez en su vida, se enfrenta a una serie de muertes inexplicables y, para colmo, ¡absolutamente imposibles! Pero para Hercule Potiron, 'imposible' no es una palabra que exista en su vocabulario. Debe encontrar al culpable.