En 'Het lekkere lab' (Suske en Wiske, 349) Barabas está harto de sus inventos y quiere colgar la ciencia. Pero entonces Sidonia le da la idea de cocinar. El profesor fabrica un producto revolucionario basado en el ADN de plantas y animales y hace nubes comestibles con él, según la idea de sus colegas de De Wolkeneters. Las nubes comestibles son un gran éxito de inmediato y eso pronto llega a oídos de un chef italiano fracasado... Y tiene otros planes con las nubes de Barabas...