En 'Il suffit d'y croire', Laurence Ink relata su experiencia como responsable de una pourvoierie (un tipo de concesión de caza y pesca) en una región aislada de Quebec. A través de su relato, Ink comparte los desafíos y las recompensas de vivir en la naturaleza canadiense, ofreciendo una mirada íntima a la vida en una región remota y a la vez una reflexión sobre la fe y la perseverancia.