En esta divertida novela romántica de Sophie Kinsella, Poppy pierde su anillo de compromiso, que ha estado en la familia de Magnus durante tres generaciones, y su teléfono móvil en la misma noche desastrosa. En medio del pánico, encuentra un teléfono abandonado en un cubo de basura de un hotel y decide usarlo para dejar un número de contacto. Sin embargo, el dueño del teléfono, el empresario Sam Roxton, no está de acuerdo y no aprecia que Poppy lea sus mensajes y se entrometa en su vida personal. Mientras Poppy intenta compaginar los preparativos de la boda, los mensajes del teléfono y el ocultamiento de su mano izquierda a Magnus y sus padres, las cosas se complican cada vez más.