En el verano de 1949, Jacques Sauvage, un joven historiador con entusiasmo stendhaliano, regresa a Italia, un país que ya había visitado brevemente con su sección de tiradores en 1945. De todos sus recuerdos, el más persistente es el de una parada en Varela, un pueblo fortificado en un valle perdido en el corazón de Umbría. Como historiador, se interesa por el pasado de Varela, fundada en el siglo XVI por un condottiero. Como antiguo combatiente, le gustaría aclarar uno de los misterios de su breve campaña en Italia. Y como hombre, desea volver a ver a quien le hospedó durante su estancia, la Contessina Beatrice de Varela, la última de su nombre, con un rostro hermoso y noble. Apenas llega, se ve inmerso en la vida oculta de Varela y su valle, cuyas costumbres no han cambiado en tres siglos. La clave del enigma es una fiesta pagana para la que todos los habitantes se preparan en secreto.