Giselle Foster se ve arrastrada a la cama de un desconocido devastadoramente guapo, solo para descubrir que le ha entregado su pureza al famoso playboy, el príncipe Roman Magnati. Giselle sabe que nunca podrá ser parte de la glamurosa existencia de Roman y decide poner fin a su tórrido romance. Pero su inexperiencia y su negativa a sucumbir a su tacto hacen que Roman esté más decidido a reclamarla, ¡como su novia real!