En 'La Chance d'un christianisme fragile', Albert Rouet e Yves de Gentil-Baichis exploran la relevancia del cristianismo en un mundo moderno que parece alejarse de la fe. A través de una serie de entrevistas, Rouet, obispo de Poitiers, reflexiona sobre la necesidad de renovación dentro de la Iglesia y cómo ésta puede reconectar con la sociedad contemporánea. El libro invita a una profunda reflexión sobre la fragilidad y la fortaleza del cristianismo en el siglo XXI, ofreciendo perspectivas sobre cómo la Iglesia puede adaptarse y seguir siendo relevante en un mundo en constante cambio.