La compasión es la capacidad de ponerse en el lugar del otro, de sentir su sufrimiento como propio. Sin embargo, esta empatía no surge de forma espontánea, sino que requiere de imaginación. Es necesario representarse mentalmente el dolor ajeno para comprender su gravedad. En este proceso, la sensibilidad, la visión y la audición juegan un papel crucial, ya que nos permiten captar la esencia del otro. No obstante, la mera representación física no basta para activar la compasión, sino que es la imaginación la que verdaderamente la enciende. Francesc Torralba i Roselló, doctor en Filosofía y Teología, nos invita a reflexionar sobre la compasión como un valor fundamental en nuestras vidas. A través de sus reflexiones, nos anima a cultivar la empatía y a conectar con el sufrimiento de los demás, construyendo así una sociedad más humana y solidaria.