El hombre viejo no conoce todo lo que le es posible: y ésa es su desgracia. Para conocer su posibilidad necesita reconocer al Creador, del cual es imagen.Las dependencias existenciales del hombre le orientan hacia la acogida del Otro, de quien depende.Pero el Otro es Amor. Si el hombre acepta ser amado, y por eso dependiente y libre, conocerá su propio posible: Que él mismo ha recibido el poder creador para trabajar por la tierra nueva donde habita la justicia.