Elena Ferrán es diagnosticada con cáncer de pulmón e ingresa en el hospital San Judas Tadeo. Allí conoce a Erika y Juancho, compañeros de batalla que la transforman en una guerrera. Una noche, Marcos, un chico mayor con una vida apasionante, aparece y Elena se enamora. De su mano, vive aventuras en el Mediterráneo y más allá, todo sin salir de la habitación celeste. El amor y la amistad se convierten en valiosos aliados contra el miedo y la enfermedad.