La lluvia amarilla es un monólogo del último habitante de un pueblo abandonado en el Pirineo aragonés. A través de la voz del narrador, que se encuentra al borde de la muerte, se evocan a los habitantes ya desaparecidos y se exploran los extravíos de su mente en un pueblo fantasma dominado por la soledad. La novela explora temas como la memoria, el tiempo y la soledad en un entorno rural desolado.