Ambientada en Londres en 1880, la novela narra la historia de Frances Irvine, una joven de 19 años que, tras la repentina muerte de su padre, se ve obligada a casarse con su primo Edwin Matthews y mudarse a Sudáfrica. Allí, se enfrenta a una vida dura y a un amor ilícito, mientras su marido denuncia la explotación de los indígenas en las minas de diamantes. Una historia de amor, supervivencia y denuncia social en un contexto histórico fascinante.