En un pueblo del sur de España, una línea de mujeres se transmite desde tiempos inmemoriales una misteriosa caja. Frasquita descubre en ella hilos y agujas y se inicia en la costura. Sublima los trapos, cose a los seres juntos, repasa a los hombres deshilachados. Pero este talento le da rápidamente una reputación de maga, o de bruja. Jugada y perdida por su marido durante una pelea de gallos, es condenada a la errancia a través de una Andalucía que las revueltas campesinas prenden fuego y sangre. Arrastra con ella su caravana de niños, también ellos provistos - o agobiados - de dones sobrenaturales. Carole Martinez construye su novela en forma de cuento: las escenas, crueles o cómicas, testimonian la felicidad de imaginar. Lo maravilloso aquí nunca es forzado: se inscribe naturalmente en el ciclo de la vida.