En 'Le souci des plaisirs', Michel Onfray ofrece una filosofía de las Luces sensual, inspirada en el Kama-sutra y opuesta a San Agustín. El autor argumenta que veinte siglos de cristianismo han impuesto una concepción deplorable del cuerpo y una sexualidad catastrófica, proponiendo un erotismo solar para construir un cuerpo radiante y una existencia jubilatoria. Este ensayo invita a reflexionar sobre la relación entre el cuerpo, el placer y la espiritualidad, ofreciendo una alternativa al nihilismo de la carne.