En el verano de 1953, un joven aprendiz de escritor pasa sus vacaciones en un hotel balneario en la playa. Allí, entre los clientes del hotel Voramar, conoce a personajes como un asesino, un viejo doctor barojiano, un pez gordo franquista y una turista francesa adolescente llamada Brigitte Bardot. En la terraza del hotel, aún se sienten los recuerdos de cuando fue hospital de sangre de las Brigadas Internacionales durante la guerra civil, y las sombras de escritores como John Dos Passos y Dorothy Parker, y el cantante de blues Paul Robeson, que también pasaron por allí. Aquel verano, se rodaba en el Voramar una película ambientada en la época de entreguerras, y por la terraza se movían figurantes con corpiños y pamelas, y caballeros con sombreros de paja dura y cuellos de porcelana.