En esta novela de Albert Cossery, la pereza se eleva a la categoría de valor supremo en una familia de El Cairo. Galal, el hijo mayor, lleva siete años sin levantarse de la cama, mientras que Rafik renuncia a casarse con la mujer que ama por temor a perturbar su sueño. Serag, el menor de los hermanos, desafía la tradición al querer trabajar en la ciudad, lo que provoca la indignación del anciano Hafez. Cossery utiliza el sueño como una forma de rebelión, invitando a la reflexión sobre la inactividad y la resistencia pasiva.