L'estrangera es una novela de Claudia Durastanti, traducida por Martí Sales, que narra la historia de una joven que emigra de Brooklyn a un pequeño pueblo del sur de Italia. Hija de padres sordos, la protagonista lucha contra el aislamiento y la sensación de desarraigo, construyendo una identidad a caballo entre dos mundos. Con un estilo que mezcla memoria, diario de viajes y ensayo personal, Durastanti explora temas como la familia, la discapacidad, la inmigración y la búsqueda de pertenencia, ofreciendo una reflexión profunda y conmovedora sobre la experiencia de ser extranjero.