Una novela original, sorprendente y llena de humor que pone de manifiesto una realidad de la sociedad actual de forma corrosiva y sin pelos en la lengua. Trasto, a sus veinticinco años, es un bala perdida que no tiene la menor intención de cambiar. Sin proyectos a la vista, ni grandes ilusiones, decide refugiarse en su propia apatía en el piso de una compañera de facultad. Cuando la necesidad de conseguir un sustento le obliga a salir a la calle y buscar un trabajo, las peripecias se suceden sin tregua. Porque Trasto, aunque sabe que no puede vivir sin pasta, tiene claro que no quiere renunciar a su libertad.