En este libro, Robert Pollin analiza cómo las políticas económicas de Bill Clinton y George Bush contribuyeron a patrones socioeconómicos desiguales en EE. UU. y globalmente. Examina cómo las élites estadounidenses están reestructurando la economía para concentrar el poder y cómo esto afecta la crisis capitalista y la hegemonía estadounidense. El libro explora la quiebra de los mercados neoliberales como asignadores de recursos a nivel mundial.