Max se enfrenta al acoso cuando le roban su bicicleta y le obligan a pagar para recuperarla, amenazándolo si habla. Max confía su secreto a Jérôme, pero ambos están aterrorizados y no saben qué hacer. Esta historia de Max y Lili enseña que uno puede convertirse en bandido a cualquier edad y que un niño puede encontrarse solo ante una situación angustiosa. Es importante atreverse a hablar para defender el derecho sobre la violencia y el respeto sobre el desprecio.