Medea, la heroína de esta obra, se encuentra en una situación límite: es abandonada por su esposo, quien se casa con la hija del rey de Corinto. Sintiéndose engañada y menospreciada, Medea actúa desesperadamente: asesina a la futura esposa de su esposo y a sus dos hijos. Eurípides aprovechó este personaje mítico para poner en escena las interioridades emocionales de una mujer humillada. Con una visión que trascendía su tiempo, Eurípides da vida a una Medea que reclamaba los mismos derechos que los hombres.