En 'Morir no es lo que más duele', Inés Plana nos sumerge en un thriller donde un crimen macabro desata una investigación llena de enigmas. Un hombre es encontrado ahorcado en un pinar, con los ojos arrancados, y un papel con el nombre de Sara Azcárraga en su bolsillo la convierte en sospechosa. El teniente de la Guardia Civil, Julián Tresser, junto al cabo Coira, se enfrentan a este caso que transformará sus vidas, llevándolos a descubrir oscuros secretos y a un viaje a los infiernos. Esta novela es una trama hipnótica con personajes complejos que se debaten entre el bien y el mal.