Rosalín ha hecho un dibujo y corre a enseñárselo a su familia, pero nadie se pone de acuerdo sobre lo que ha dibujado. Rosalín se enfada, preguntándose si alguien es capaz de ver las cosas como ella las ve. Este cuento infantil explora la importancia de la perspectiva individual y la creatividad. Ideal para niños a partir de 5 años, fomenta la autoestima y la ruptura de estereotipos a través de una historia familiar y divertida.