En esta novela engañosamente simple, el narrador de 25 años, atormentado por la incapacidad de encontrarle sentido a su vida, abandona la universidad y finalmente llega al apartamento de su hermano en Nueva York. En un intento por descubrir de qué se trata la vida, escribe listas, se obsesiona con el tiempo y si realmente importa, le envía un fax a su amigo meteorólogo, rebota sin cesar una pelota contra la pared y se hace amigo de un niño pequeño que vive al lado. Anhela llegar al fondo de la vida y la mejor manera de vivirla. Divertida, amigable, enigmática y frecuentemente conmovedora, ¡supermente ingenua!