En esta autobiografía, Penelope Lively nos lleva de vuelta a su infancia en Egipto durante las décadas de 1930 y 1940. A través de sus recuerdos, la autora explora cómo los niños perciben y comprenden el mundo que les rodea. El libro ofrece una mirada a Egipto hasta la Segunda Guerra Mundial desde la perspectiva de una niña pequeña, revelando una imagen conmovedora y melancólica de una infancia aislada y solitaria.