En esta encantadora novela de Christiane Rancé, nos adentramos en una casa de vacaciones donde convergen una variedad de personajes, desde lugareños hasta urbanitas perdidos, amigos cercanos y conocidos ocasionales, adolescentes bulliciosos y ancianos con problemas de audición, vecinos ingleses y jabalíes curiosos, sin mencionar a aquellos que se auto-invitan en el último minuto y que solo están de paso. A través de una crónica veraniega en el campo, la autora analiza con humor y ternura cómo sobrevivir a las vacaciones familiares año tras año. Una comedia de costumbres que te hará reconocer a tus propios seres queridos en cada página.