Adèle y Joseph tienen veintisiete años y están profundamente enamorados. Durante un viaje a Bélgica, descubren Ostende. En la playa, se encuentran con una arquitectura rígida y gris de estilo soviético: el Kursaal, uno de los casinos más grandes de Europa. Adèle y Joseph entran y juegan, perdiendo y ganando, abandonándose a este mundo fuera de lo común. Prometen regresar, y por un tiempo, el juego sublima su historia. Sin embargo, la realidad pronto se vuelve amarga e insuficiente, y la vida cotidiana en París los abruma. Se aburren, discuten y se destrozan. Solo el casino los une y los transporta, protegidos del mundo exterior. Es en los gritos eléctricos de las máquinas y en el instante suspendido en que las cartas se revelan que su pasión se desborda, hasta que la trampa se cierra. Con maestría, Arthur Loustalot retrata un amor loco más poderoso que la realidad, explorando la intensidad de las relaciones y la búsqueda de escape en un mundo que a menudo resulta decepcionante.