En este conmovedor libro, Magda Hollander-Lafon comparte una profunda meditación sobre la vida, no sobre la muerte. No es un testimonio de la experiencia del Holocausto como una experiencia de muerte, sino un llamado a la vida. En Auschwitz, una mujer moribunda le pide a Magda que se acerque y tome en su mano los cuatro pequeños trozos de pan que ha guardado, pero que ya no puede comer, diciéndole: 'Eres joven, debes vivir'. Esta frase revitalizó a Magda, una joven adolescente inmersa en un infierno que la consumía. A través de momentos de gracia simbolizados por el agua, las nubes y una sonrisa, Magda ofrece un testimonio espiritual de gran intensidad, invitando a cada lector a emprender un camino de pacificación interior y responsabilidad, un camino hacia la vida, que, sin ignorar la oscuridad y el miedo, guía hacia la luz y la alegría.