En la Cataluña del siglo XII, el monasterio de Sant Pere de Rodes se alza sobre los acantilados del Cap de Creus. Dentro de sus muros, la comunidad benedictina acoge a Sebastià, administrador del hospital de peregrinos, y a Blai, un joven huérfano que anhela la libertad al descubrir el amor. El abad Berenguer debe defender las propiedades del monasterio ante las luchas de poder del conde de Empúries y el vizconde de Peralada. En este contexto, el Mestre Peire esculpe la portada de mármol del monasterio antes del Jubileo, enfrentando desafíos y conflictos de intereses.