Este libro explora la relación entre los Reyes Católicos, Maximiliano I y los inicios de la Casa de Austria en España. A través de un análisis detallado, la obra examina el papel de estos monarcas como mecenas de las artes y las ciencias, destacando su influencia en el desarrollo cultural y político de la época. La exposición en Toledo, Museo de Santa Cruz, de marzo a mayo de 1992, complementó este estudio.