Este libro narra la historia de un momento crítico durante la Guerra Civil Española, donde la acción decidida de unos pocos permitió salvar el patrimonio cultural catalán de la destrucción. Se describe la protección del patrimonio frente a la furia iconoclasta de la revolución social, los peligros inherentes a la guerra, los bombardeos y el avance del frente, así como la defensa de la acción de la Generalitat y la exposición de arte catalán en París.