En esta decimosexta entrega de la serie Kay Scarpetta, la forense deja su práctica en Carolina del Sur para colaborar con la policía de Nueva York. Allí, debe examinar a un paciente herido en una sala psiquiátrica que ha solicitado específicamente su presencia. A medida que Scarpetta se involucra, descubre una historia inquietante de un asesinato no cometido, lo que la lleva a cuestionar si el paciente es un acosador criminal o una víctima acechada por el verdadero asesino. La trama se complica con la tortura y el asesinato de una mujer, presagiando más muertes violentas.