En esta comedia de modales de Jane Austen, las hermanas Elinor y Marianne representan dos cualidades distintas. Elinor, práctica y convencional, encarna el sentido común, mientras que Marianne, emocional y sentimental, personifica la sensibilidad. A través de sus experiencias amorosas, las hermanas aprenden que el sentido común debe mezclarse con la sensibilidad para encontrar la felicidad en una sociedad donde el estatus y el dinero rigen las reglas del amor.