En este libro, Michael Schrage explora cómo las mejores empresas del mundo utilizan la simulación para innovar. Analiza cómo la creación de modelos, prototipos y simulaciones puede facilitar la colaboración y mejorar la comunicación dentro de las organizaciones, lo que lleva a innovaciones más efectivas. El autor argumenta que el valor real de estos modelos radica en las perspectivas que ofrecen sobre la propia organización, mejorando la forma en que las empresas definen sus mercados y a sí mismas.