Con talento, Elizabeth Berg pinta un retrato de mujer cálido y sensible. Una novela conmovedora de verdad y una hermosa lección de vida. Originaria de los alrededores de Boston, Myra Lipinski, de cincuenta y un años, nunca ha dejado la región, como tampoco se ha casado. Entre su trabajo, enfermera liberal, y Frank, su perro del que es inseparable, se siente colmada por una vida que ha dedicado a los demás. Para Myra, el mundo encierra una belleza, una emoción que sabe compartir con pacientes a veces difíciles. Pero bastará una llamada telefónica para que se esfume su serenidad... Chip Reardon, un hombre gravemente enfermo, la necesita. En el instituto, Chip era una estrella, un héroe, el prometido con el que soñaban todas las chicas, incluida la tímida Myra.