Casey Marshall, una mujer felizmente casada y dueña de un exitoso negocio de diseño de interiores, no podría estar más contenta con su vida. Hasta que un coche la golpea a ochenta kilómetros por hora, rompiéndole casi todos los huesos del cuerpo y sumiéndola en un coma. Tumbada en la cama del hospital, Casey se da cuenta de que, aunque no puede ver ni comunicarse, puede oírlo todo. A medida que los visitantes se reúnen junto a su cama, se horroriza al descubrir que sus amigos no son necesariamente las personas que ella creía que eran, y que su accidente podría no haber sido un accidente en absoluto. Mientras lucha por liberarse de su muerte en vida, Casey se propone descubrir y exponer de algún modo la verdad. Cueste lo que cueste.