Este libro de Joan Antón-Mellón analiza el terrorismo desde sus orígenes, examinando sus múltiples manifestaciones y las medidas adoptadas para combatirlo. El autor aborda las causas sistémicas, tanto internacionales como locales y personales, que dan origen a la violencia política, destacando la importancia de no enfocar la solución únicamente desde una perspectiva securitaria. Se argumenta que los problemas de las democracias se resuelven con más democracia, no con menos, y que la eficacia antiterrorista no debe implicar la pérdida de libertades. El libro también explora cómo el terrorismo actual, especialmente el yihadista, responde a las problemáticas de la posmodernidad, ofreciendo una visión completa y profunda del fenómeno terrorista.